¡Volvió la Magia del Palau | Barça 88-81 Virtus | R11 Euroleague

El equipo de Óscar Orellana sufrió hasta el último parcial, pero la conexión con la afición y una defensa sólida en el último cuarto permitieron una remontada espectacular (16-0) que devolvió al Palau su energía para volver a ser un volcán!

El Barça firmó una noche grande en el Palau Blaugrana al derrotar a la Virtus Bolonia por 88-81 en la Jornada 11 de la Euroliga. Los azulgranas, guiados por un último cuarto de máximo nivel, suman la séptima victoria europea de la temporada y mantienen su línea ascendente con Óscar Orellana al mando.

Igualdad y tensión desde el inicio

El choque empezó con intercambio de golpes al mentón. Kevin Punter marcó el ritmo ofensivo del Barça durante la primera mitad, mostrando personalidad y acierto, mientras Carsen Edwards tiraba del conjunto italiano.
Orellana apostó por Myles Cale en el quinteto inicial, y el alero respondió con un rendimiento defensivo sobresaliente, intenso y activo en líneas de pase.

El primer cuarto terminó 20-19 y el segundo se mantuvo en la misma línea, con pequeñas ventajas para la Virtus y un Barça resistente gracias al empuje de Laprovittola, Parra y Clyburn. Y entonces llegó uno de los momentos de la noche:
el segundo acto terminó con un buzzer-beater antológico de Kevin Punter desde el círculo central, un triple sobre la bocina que levantó al Palau y dejó el 45-43 al descanso.

Atasco ofensivo en el tercer periodo y demasiadas concesiones en la pintura

El Barça perdió chispa tras la reanudación. El 0/8 en triples del tercer cuarto lastró la fluidez ofensiva azulgrana, pero el gran problema estaba atrás: hasta ese momento el Barça fue un auténtico colador en la pintura.
La Virtus castigó una y otra vez las acciones a la espalda, cortes sin oposición y finalizaciones fáciles cerca del aro. Morgan y Edwards vivieron cómodos en esa dinámica y los italianos firmaron un 16-24 para entrar al último cuarto dominando 61-67.

Catarsis azulgrana: parcial de 16-0 y defensa descomunal

Y entonces todo cambió.
Tras un mate que puso el -8 (61-69), el Barça activó su modo más agresivo y empezó a defender como no lo había hecho en todo el partido. Las ayudas llegaron a tiempo, las líneas de pase se cerraron y las puertas atrás, que habían sido un drama durante 30 minutos, simplemente desaparecieron.

El resultado: cuando el reloj marcaba 5 minutos para el final, la Virtus solo había anotado 2 puntos en el cuarto.
Sobre esa defensa nació un parcial 16-0 que incendió el Palau. Brizuela abrió el fuego con un triple, Parra encadenó dos más desde la esquina y Satoransky, Vesely y Shengelia también se sumaron al festival desde fuera para colocar el 77-69.

Con 83-80, Clyburn firmó la daga definitiva con un triple lejano que sentenció el encuentro. El Barça gestionó con madurez hasta el 88-81 final.

El Palau volvió a rugir

Los decibelios, la energía, la química, la magia del Palau volvió. Hacía mucho que el Palau era un glaciar medio vacío, pero ayer fue el volcán más activo de Europa. La química entre el equipo y la afición se podía palpar en cada jugada, en cada defensa, en cada grito.
Quién sabe… tal vez el Palau vuelva a ser ese fortín inexpugnable que antaño todos temían.

7-4, mirando hacia arriba y con novedades en el banquillo

Con esta victoria, el Barça se coloca sextp. con un balance 7-4 en la Euroliga, afianza su crecimiento y firma una semana europea perfecta. Orellana sigue respondiendo en el banquillo y el equipo transmite alma, esfuerzo y ambición.
El domingo, nuevo examen ante Baskonia en Liga Endesa… y con un Palau que vuelve a creer.
Ah, y el lunes llega Xavi Pascual, marcando el inicio de una nueva etapa en el banquillo azulgrana.