El partido contra Hiopos Lleida sirvió de bálsamo para un Barcelona que venía de dos derrotas, la más dolorosa contra Mónaco en la que se truncó el sueño de la Final Four y otra sonrojante frente a Leyma Coruña, colista de la Liga Endesa.

Como ya estamos habituados este año, empezamos un poco dubitativos, pero en cuanto entraron los primeros triples, el Barcelona cogió una ventaja que ya no soltó. Toda esta temporada está llena de altibajos (lesiones aparte); este equipo nos ha demostrado coraje para forzar un quinto partido en Mónaco, pero luego, en los finales ajustados, las tomas de decisiones son horribles (para muestra, Mónaco y Coruña).
Así que los culés ya no saben si esta victoria significa una resurrección del equipo o, por el contrario, un simple espejismo, quedando tres partidos de la fase regular y sabiendo que no tendrá factor cancha en el playoff de la ACB.

Desde mi humilde opinión, siempre elijo creer, pero a estas alturas de la temporada veo difícil, por no decir imposible, terminar con un título. Por desgracia —y espero equivocarme—, será otro año en blanco. Si es así, creo que se han de tomar decisiones que no a todo el mundo gustarán, pero esta sección ha de hacer creer y soñar a la afición con más títulos que una simple Lliga Catalana.

Por Mónica Rueda