El conjunto griego dominó de principio a fin con una exhibición de Vezenkov y dejó sin respuesta a un Real Madrid irreconocible, que ya va a remolque en la serie.
El Pabellón de la Paz y la Amistad volvió a ser un fortín infranqueable para el Olympiacos, que este miércoles impuso su ley ante un Real Madrid superado de principio a fin (84-72) en el arranque de los cuartos de final de la Euroliga. El conjunto griego, liderado por un imperial Sasha Vezenkov, demostró por qué es uno de los equipos más temibles del continente cuando juega en casa.
Desde el salto inicial, los de Georgios Bartzokas dejaron claro su plan: defensa física, ritmo alto y castigo constante desde el perímetro. El primer cuarto (27-14) fue una declaración de intenciones. Con una presión agresiva sobre los generadores blancos y un dominio absoluto en el rebote, los locales desarticularon el ataque madridista.
Chus Mateo no encontraba respuestas. Las rotaciones no cambiaron la dinámica, y cada intento de reacción blanca era rápidamente sofocado por la intensidad griega. Ni Tavares ni Ibaka lograban imponer su ley en la pintura, y los exteriores madridistas no encontraban el aro.
El MVP de la Euroliga 2023, Sasha Vezenkov, firmó una actuación memorable: 22 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias para un total de 31 de valoración. Fue el alma del equipo en ambos lados de la pista, combinando acierto exterior con una energía imparable al rebote ofensivo.
Junto a él, Thomas Walkup y Nigel Williams-Goss aportaron solidez en la dirección, mientras que Alec Peters castigó desde la larga distancia en momentos clave. Olympiacos fue un martillo pilón durante tres cuartos, sin bajar nunca el listón de intensidad.
En el Real Madrid, solo destellos. Sergio Llull, con 12 puntos, fue el más regular, pero sus puntos llegaron cuando la brecha ya era considerable. Campazzo y Musa, muy bien defendidos, nunca lograron encontrar continuidad.
El conjunto blanco acabó con un pobre 7/24 en triples (29%) y 19 pérdidas, fiel reflejo de su desconexión colectiva. La defensa griega los llevó al límite en cada posesión.
Con esta victoria, Olympiacos se adelanta 1-0 en la serie y manda un mensaje claro: en El Pireo, ellos mandan. El Real Madrid, por su parte, se marcha con deberes urgentes. Necesitará reinventarse en menos de 48 horas si quiere igualar la eliminatoria el viernes y no verse contra las cuerdas.
La batalla continua. Pero por ahora, Olympiacos ha dejado claro quién manda en el infierno griego.
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