El encuentro comenzó con el equipo de Chus Mateo ejecutando a la perfección el plan de partido que querían y dominando a un Olympiacos que no encontraba el acierto ni lograba sentirse cómodo.

 

Los blancos llegaron a gozar de máximas alrededor de los 10 puntos, pero Bartzokas tras detener el encuentro, se lo llevó a las trincheras y allí emergió un imponente Milutinov, al que de hecho el propio entrenador griego elogió en la rueda de prensa posterior al partido.

 

Así las cosas, desde el juego interior y el rebote se hicieron fuertes los locales para neutralizar la ventaja al paso por vestuarios, 38-38.

 

Tras la reanudación, nuevamente arrancó mejor el Real Madrid, sin embargo, esas palabras que tantas veces han hecho ganar a los blancos, véase veteranía, templanza, acierto en los momentos clave, todo ello lo tuvo un Olympiacos que desde la inteligencia encontró vías alternativas para sumar, como Fournier dando resolución a su bajo porcentaje en el triple o Vezenkov.

 

El equipo de El Pireo tomó el mando del choque en el periodo decisivo y ya no lo soltó pese al buen hacer de un Hezonja muy enchufado que agarraba a su equipo.

Alec Peters primero y Nigel Wiliam Goss después metieron dos triples importantísimos, especialmente crucial el primero en palabras de Bartzokas, y el vendaval griego ya fue imparable para un Real Madrid que se marcha contra las cuerdas al Movistar Arena, con la eliminatoria 0-2.

 

Tanto Barça como Real Madrid deberán levantar un 0-2 para forzar el quinto a domicilio la semana que viene. Empresa nada sencilla desde luego.