El Real Madrid sufrió un inesperado revés en su primer «match ball» para sellar el pase a los Playoffs de la Euroliga. El conjunto blanco cayó en casa ante un inspirado París Basketball (73-81) y deberá jugarse la clasificación a vida o muerte este viernes ante el Bayern Múnich en el Movistar Arena. Una derrota que no sólo retrasa sus aspiraciones, sino que lo aboca a un cruce durísimo, en caso de avanzar, ante el líder de la fase regular: Olympiacos.

El conjunto francés, fundado hace apenas seis años, firmó una gesta histórica al clasificarse por primera vez para las eliminatorias por el título continental. Lo hizo con personalidad, eficacia desde el perímetro y liderado por un TJ Shorts (23 puntos, 2 rebotes y 9 asistencias) que volvió a convertirse en la pesadilla del Madrid.

París hizo valer su apuesta ofensiva con un notable acierto desde el triple (11/31), aprovechando además las limitaciones de un Madrid que echó en falta a piezas clave. Walter Tavares, condicionado por las faltas, apenas disputó 14 minutos. Y tanto Musa como Hezonja firmaron una actuación gris: solo 11 puntos y cuatro canastas entre ambos.

Pese a todo, los blancos mostraron orgullo y garra en varias fases del encuentro. Facundo Campazzo (17 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias) volvió a ser el motor del equipo, bien secundado por el trabajo incansable de Gabriel Deck (10+8+4) y los aportes puntuales de Sergio Abalde y Serge Ibaka. Su empuje permitió dos remontadas clave que mantuvieron con vida al equipo, especialmente tras un parcial de 12-0 liderado por Feliz que ajustó el marcador (61-62, minuto 31).

Sin embargo, cuando el Madrid parecía en condiciones de culminar la remontada, volvió a emerger la figura de TJ Shorts, quien junto a Ward, Jankunen (con dos triples clave) y Hifi, terminó por sentenciar un triunfo merecido para los parisinos.

El Real Madrid tendrá una última oportunidad para redimirse el viernes, aunque el camino ya no será tan favorable. Una posible clasificación le llevaría directamente a enfrentarse con el Olympiacos, el rival más sólido del torneo.