El conjunto azulgrana rozó la épica y con una lucha abierta ofreció una gran batalla en el Principado, pero una pésima lectura final de Kevin Punter acabó con sus opciones de meterse en la Final Four.
Seguramente esta fue la reacción de todo el que estaba viendo el partido al ver la última acción de una agónica serie.
Después de cinco partidos intensos, tras igualar una serie que empezó con un 2-0 en contra y hacerlo con cinco ausencias clave, todo se redujo a una última jugada. Una acción que definirá —y resumirá— esta eliminatoria y seguramente la temporada .
Con el Barça uno abajo y seis segundos por jugarse, Kevin Punter cruzó medio campo con una parsimonia inexplicable, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Ignoró el pase a un Willy liberado, rechazo buscar un tiro de dos que le diese la victoria o una forzar una falta, para ir a la línea de tiros libres, nada… y decidió lanzar un triple de más de ocho metros, punteado, sin ventaja y sin lógica. El balón ni siquiera tocó aro. Así, con ese disparo desesperado, se esfumaron los esfuerzos de todo un equipo.
El Barça se despidió de la Euroliga de la forma más cruel: con una derrota por la mínima (85-84) en la pista del AS Monaco y una acción final que quedará marcada en la retina del barcelonismo. Con seis segundos por jugarse y la última posesión en sus manos, Kevin Punter decidió asumir la responsabilidad en solitario. Ignoró la opción de pase a un desmarcado Willy Hernangómez y optó por un triple lejano, forzado y sin construcción colectiva. El tiro, mal seleccionado, no tocó ni aro.
La imagen resume a la perfección el ‘quiero y no puedo’ de un equipo que, pese a las bajas, compitió con dignidad y honor, pero acabó cayendo por segundo año consecutivo en el quinto partido de cuartos, como ya sucediera en 2023 frente a Olympiacos.
El cuadro monegasco se medirá precisamente al equipo griego en semifinales, mientras Fenerbahçe lo hará frente Panathinaikos .
Desde el inicio, el choque apuntó a batalla épica. Justin Anderson salió encendido y lideró al Barça con dos triples y una acción tras rebote ofensivo (7-13, min. 5). Alpha Diallo respondió con energía y equilibrio para el Mónaco, que aprovechó su físico y el bonus para mantenerse en partido. El primer cuarto acabó con ligera ventaja azulgrana (15-19), aunque Satoransky falló dos tiros libres que podrían haber ampliado la diferencia.
En el segundo parcial, el duelo ganó en intensidad. Papagiannis dio sus primeros minutos de calidad, y Punter aportó un 2+1 para mantener a flote al Barça (22-27). Sin embargo, los locales remontaron con triples de Papagiannis y Blossomgame (32-31), mientras Jabari Parker firmaba una primera mitad para el olvido: 0/9 en tiros y -8 de valoración. Mike James aprovechó la permisividad arbitral con la defensa local para castigar con un parcial de 8-0 que colocó al Mónaco con seis de ventaja al descanso (45-39).
El tercer cuarto arrancó con un Mónaco más agresivo, que llegó a situarse 51-41. Pero el Barça reaccionó. Brizuela y Satoransky activaron el ataque, y un parcial de 0-7 culminado por Willy Hernangómez (54-54) devolvió la igualdad. Pese a una discutida antideportiva inicialmente señalada a Willy, que el vídeo corrigió, el Barça resistió. Se entró al último cuarto con ligera ventaja local (65-62).
La última manga fue un carrusel de emociones. Brizuela revolucionó el partido con un triple y dos asistencias para Fall, quien se fue al doble-doble. Jabari Parker se redimió con cinco puntos clave, pero Papagiannis —impecable desde el perímetro— devolvió la iniciativa al Mónaco (79-77). A dos minutos del final, todo era nervios: Jabari anotó de pura rabia (81-80) y Punter adelantó al Barça desde la línea de tiros libres (83-84).
Entonces, llegó el mazazo. Mike James encontró una autopista hacia el aro y puso el 85-84. Y en la jugada definitiva, Punter apostó por la heroica. El Barça murió de pie, con honor, con casta, garra y orgullo, pero murió y el sueño de la Final Four acaba aquí.
Por Jaume Salvà
Diseñado por: Fivers Group