El técnico azulgrana marca las claves antes de la jornada 4 de la EuroLeague: intensidad, ritmo y defensa.
El Barça afronta un nuevo desafío europeo en Belgrado, donde el Maccabi Tel Aviv ejerce de local. Peñarroya y su equipo llegan con el propósito de recuperar sensaciones y aplicar un plan basado en defensa, ritmo y mentalidad.
El Barça encara la jornada 4 de la EuroLeague con la mirada puesta en Belgrado, donde el Maccabi Tel Aviv disputa sus partidos como local esta temporada. Un escenario neutral en el mapa, pero nada fácil en la pista. Los azulgranas, dirigidos por Joan Peñarroya, quieren reencontrarse con su mejor versión tras la última derrota europea.
El técnico catalán tiene claras las claves para frenar a un Maccabi siempre peligroso, incluso lejos de Tel Aviv.
“Para ganar hay que controlar su verticalidad y el uno contra uno de sus estrellas”, advirtió Peñarroya en la previa.
El entrenador azulgrana subrayó la necesidad de mantener una mentalidad fuerte y un ritmo alto desde el salto inicial:
“Maccabi es un equipo que no te da respiro. Tenemos que imponer nuestro ritmo y no dejarnos arrastrar por el suyo.”
En el vestuario culé, el mensaje es de reacción. Miles Cale, una de las caras nuevas del equipo, asumió el desafío con determinación:
“Siento que este grupo está hecho para recuperarse. Tenemos tres partidos duros y será un test real de lo que vamos a ser esta temporada.”
El escolta estadounidense, que sigue adaptándose al nivel de la EuroLeague, destacó la importancia de la preparación y la confianza en el cuerpo técnico:
“Si escuchamos a nuestros entrenadores y nos preparamos bien, será un partido muy competitivo.”
Cale también valoró su llegada al Barça como “una gran bienvenida” y aseguró que está disfrutando cada minuto de su primera experiencia en la élite europea:
“No puedo esperar para seguir compitiendo al máximo nivel.”
El Barça buscará controlar el ritmo y limitar las transiciones rápidas de un Maccabi que destaca por su potencia física y capacidad para castigar en el uno contra uno. La defensa en el perímetro y la solidez en el rebote serán esenciales para que los de Peñarroya marquen territorio.
Aunque el partido se dispute en Belgrado, el reto sigue siendo mayúsculo. El Barça quiere dar un paso adelante, reafirmar su carácter y demostrar que puede ganar lejos del Palau… incluso cuando “fuera de casa” significa jugar en terreno neutral.
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