Este domingo (17:00h), el Palau Blaugrana acoge un derbi catalán cargado de tensión y necesidad. Barça Basket y Bàsquet Girona llegan a la penúltima jornada de la Liga Endesa con sus respectivos objetivos aún en el aire: los azulgranas, heridos por las bajas, necesitan una victoria para blindar la quinta posición de cara al playoff; los gerundenses, por su parte, podrían dejar sentenciada la permanencia en caso de lograr una victoria histórica en el feudo barcelonista.

El antecedente más inmediato deja una herida abierta en el Barça. En la primera vuelta, el equipo de Girona sorprendió a los de Joan Peñarroya con un agónico triunfo por 91-90, gracias a una canasta decisiva de Ike Iroegbu sobre la bocina. Aquel partido significó un punto de inflexión para el conjunto rojiblanco, que desde entonces ha alternado buenos momentos con tramos más irregulares, pero que aún tiene el destino en su mano.

Iroegbu (12 puntos por partido) ha sido uno de los pilares del Girona en la presente campaña, bien acompañado por Aljami Durham (9,9) y el argentino Maxi Fjellerup (9,8), quienes forman un trío exterior peligroso, especialmente cuando pueden correr y castigar en transición.

Para el conjunto azulgrana, el escenario actual es tan exigente como insólito. La derrota del pasado domingo en Vitoria ante Baskonia (110-98) fue dolorosa no solo por el marcador, sino por el contexto. Sin Tomas Satoransky —baja de última hora por una lumbalgia aguda— y con Darío Brizuela fuera desde el segundo cuarto por una sobrecarga muscular, Peñarroya afrontó el duelo con apenas siete jugadores del primer equipo disponibles.

La situación no ha mejorado mucho y veremos si vuelven Satoransky y Brizuela para el enfrentamiento contra Bàsquet Girona.  Brizuela, aunque sin lesión de gravedad, ha sido reservado durante la semana y será duda hasta última hora. El joven base Raúl Villar, del equipo júnior, se mantiene como único director de juego puro disponible en plantilla, lo que deja a Peñarroya ante un nuevo ejercicio de malabarismo táctico.

Aun así, el Barça depende de sí mismo: una victoria ante Girona le aseguraría la quinta posición, sin depender del resultado de Joventut, que juega el sábado ante Zaragoza. Eso sí, una derrota lo dejaría en manos ajenas de cara a la última jornada.

Del otro lado, el Bàsquet Girona sellaría la permanencia si logra asaltar el Palau, aunque también le serviría una derrota de Covirán Granada ante el Real Madrid, partido que se disputa de forma simultánea.

La motivación para Girona es doble: sobrevivir en la categoría y repetir la gesta lograda en Fontajau ante el mismo rival. Pero el contexto es bien distinto. El Palau aprieta, y aunque el Barça no está en plenitud, sigue siendo un equipo de Euroliga con jugadores de nivel superior.

Satoransky: “Queremos ser quintos y llegar con ritmo al playoff”

Tomas Satoransky reconoció que el equipo atraviesa un momento complicado, pero subrayó la importancia de encarar con buenas sensaciones los dos partidos restantes de la fase regular. «Hemos pasado semanas duras y necesitamos recuperar confianza antes del playoff», afirmó el base checo, que señaló como prioridad asegurar la quinta plaza, el mejor puesto ya posible para los azulgranas.

Además, destacó lo extraño que ha sido para el equipo disputar tan pocos partidos en las últimas semanas, lo que ha afectado al ritmo competitivo. «Algunos hemos estado parados y eso se nota. Ahora toca recuperar sensaciones para llegar bien preparados al tramo decisivo».

En lo personal, Satoransky explicó que ya ha completado dos entrenamientos con el grupo tras una fase de trabajo individual. «Me siento bien. El parón me afectó físicamente porque el cuerpo estaba muy cargado, pero mentalmente estoy preparado para el final de temporada», concluyó.