La Euroliga rompe fronteras con una Final Four inédita en Abu Dabi, donde cuatro equipos con trayectorias y estilos opuestos buscan la gloria en el Etihad Arena.
La Euroliga 2024-2025 entra en su clímax absoluto con una Final Four sin precedentes. Abu Dabi acoge desde hoy, por primera vez en la historia, el desenlace del máximo torneo del baloncesto europeo. En un Etihad Arena que marca la expansión global de la competición, cuatro proyectos ambiciosos se citan para definir al campeón: Olympiacos, Panathinaikos, Fenerbahçe y AS Mónaco. Distintos caminos, distintos estilos, pero el mismo objetivo: levantar el trofeo continental más codiciado.
Olympiacos llega como líder de la fase regular (24-10) y con una carga simbólica poderosa, romper la maldición del campeón de la liga regular. El equipo de Giorgos Bartzokas ha sido el más regular y contundente, eliminando con autoridad al Real Madrid en cuartos (3-1), y cuenta con una plantilla profunda liderada por Sasha Vezenkov, que ha recuperado su mejor nivel tras su paso por la NBA. A su lado, Evan Fournier ha aportado experiencia y anotación, y Thomas Walkup lidera con temple y defensa. Olympiacos apuesta por un juego coral, físico, de ritmo controlado y muchas variantes tácticas, pero su reto es psicológico: romper la maldición del primer clasificado.
Panathinaikos, campeón vigente, regresa con el impulso de una reconstrucción exitosa. El arquitecto es Ergin Ataman, que ha devuelto al club verde a la cima con su fórmula ganadora: fichajes de impacto, estructura firme y personalidad fuerte. Tras una durísima serie ante Anadolu Efes resuelta en el quinto partido, el PAO aterriza en Abu Dabi con Kendrick Nunn como MVP de la temporada: explosivo, decisivo y diferencial. Junto a él, Juancho Hernangómez ha sido el gran reboteador del curso y un pilar en ambos lados de la cancha. Sloukas aporta liderazgo, además, Ergin Ataman recupera a Mathias Lessort, que vuelve tras su lesión de larga duración, el equipo ha demostrado carácter para sufrir y competir. Panathinaikos quiere su séptima Euroliga y, con Ataman al mando, sabe cómo ganar.
Fenerbahçe, campeón en 2017, busca reconquistar Europa con un proyecto recargado. La llegada de Sarunas Jasikevicius ha cambiado el ADN del equipo, que ahora defiende como bloque y ejecuta con precisión quirúrgica. El equipo turco pasó por encima del Paris Basketball en cuartos (3-0) con una exhibición de control. Su carta ganadora es la pizarra de Jasikevicius y la profundidad de una rotación sin fisuras.
AS Mónaco es la gran historia de la temporada. El conjunto monegasco, dirigido por Vassilis Spanoulis, ha llegado a su primera Final Four con un estilo agresivo, ofensivo y sin complejos, pero con seros problemas en su juego interior, tal como quedo demostrado en la eliminatoria frente al Barça. Spanoulis, en su primera experiencia al más alto nivel como técnico, ha imprimido al equipo su mentalidad de leyenda. Mike James, máximo anotador de la Euroliga, es la punta de lanza de un ataque imprevisible. Junto a él, Elie Okobo, Jordan Loyd o Daniel Theis forman una plantilla con dinamita ofensiva y mucha personalidad. Mónaco no tiene el peso histórico de sus rivales, pero llega sin nada que perder… y eso lo hace doblemente peligroso.
Con la posibilidad de una final griega histórica entre Olympiacos y Panathinaikos en el horizonte, y la ambición turca y la frescura francesa como amenazas reales, esta Final Four lo tiene todo: talento, narrativa, historia y emoción. En el corazón del desierto, Europa coronará a su nuevo rey. Solo puede quedar uno.
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