El Barça sigue soñando en la Final Four gracias a un imperial Willy Hernangómez y a un Palau entregado | Crónica Game 3 Euroleague Barça 100-89 AS.Mónaco (1-2)

El equilibrio y agresividad del juego del Barça llegó cuando apareció en pista Willy Hernángomez, que firmó sus mejores números en Euroleague cuanto más lo necestiaba el equipo. Daniel Theis y Mam Jaiteh se vieron superados por la ‘orca’ blaugrana.

El FC Barcelona respondió con carácter a su situación límite en los playoffs de la Euroliga y forzó el cuarto partido tras imponerse con autoridad al AS Mónaco en un Palau Blaugrana que «rugió como el abismo de Helm» desde el primer minuto para llevar en volandas a los suyos. Tras dos derrotas contundentes en el Principado, el equipo de Joan Peñarroya dio un paso al frente en casa con un baloncesto más coral, mayor agresividad en la pintura y, sobre todo, con un protagonista inesperado: Willy Hernangómez.

El pívot madrileño firmó su mejor actuación europea de la temporada en el momento más complicado, además de las bajas ya conocidas de larga duración, hoy no pudo estar Vesely. Willy fue el músculo y el alma que faltaba por dentro al Barça, dominó bajo los tableros y cambió por completo el rumbo del encuentro. Terminó con 19 puntos (8 de 9 en tiros de dos), 10 rebotes —7 de ellos ofensivos— y una presencia dominante que obligó al Mónaco a ajustar su defensa constantemente amén de cargar de faltas a sus rivales. Esa presión generó espacios y facilitó un movimiento de balón mucho más fluido por parte del conjunto azulgrana.

El Barça se mostró especialmente acertado cerca del aro, con un 61,9% en tiros de dos (26/42), muy por encima del 50% que había registrado en el primer encuentro. Además, mejoró notablemente su control del balón: solo 8 pérdidas frente a las 18 del primer duelo, y 21 asistencias que reflejan la mejor toma de decisiones en ataque. El juego interior al fin pudo encontrar un faro constante en la figura de Willy Hernangómez un faro constante, y desde ahí, todo encajó mejor.

Desde el perímetro, el equipo también respondió gracias al martilleo provocado por Brizuela, Abrines, Justin y Jabari Parker: 12 de 26 en triples (46,2%), gracias en parte a los espacios generados por la amenaza constante de Willy en la pintura. El Mónaco, pese a tener buenos porcentajes (62,5% en tiros de dos, 48,1% en triples), fue incapaz de igualar la intensidad del Barça y terminó lanzando nueve tiros menos a lo largo del encuentro.

El arranque no fue sencillo. El primer cuarto osciló al ritmo del acierto exterior: cuando entraban los triples, el Barça competía; cuando fallaban, el Mónaco castigaba. James, Jaiteh y Diallo marcaron diferencias y la defensa azulgrana volvió a mostrar fragilidad (24-27). Pero en lugar de hundirse, el Barça respondió con uno de sus mejores tramos de la temporada.

En el segundo cuarto llegó el punto de inflexión: parcial de 20-2, incluyendo un 17-0 demoledor, que rompió el guion. Sin Parker, ni Punter, ni Anderson en pista, y con un quinteto plagado de nacionales —Satoransky, Brizuela, Abrines, Parra y Willy—, el Barça encontró su versión más solidaria y física. Defendió con agresividad, corrió con inteligencia y anotó con claridad. El Palau, hasta entonces frío, despertó (41-27) y el equipo de Peñarroya logró una ventaja clave al descanso (51-39).

El tercer cuarto trajo dudas, como era de esperar. El Mónaco volvió a apretar con James como catalizador, redujo la diferencia (55-49), y el Barça se enredó por momentos en ataque. Pero esta vez no hubo colapso. Hernangómez, dominante en la pintura, mantuvo el pulso anotador con solvencia, y Parker volvió a aparecer con sus lanzamientos lejanos cuando más falta hacían (62-51).

El último cuarto fue una prueba de nervios. James, imparable durante varios minutos, redujo la renta hasta el 71-66. Con un quinteto sin bases ni pívots naturales, el Barça sobrevivió con defensa, fe y acierto puntual. Un triple agónico de Parker sobre la bocina volvió a ensanchar la diferencia (74-66), y aunque el final fue apretado, el control emocional y la energía local bastaron para cerrar la victoria.

Al término del encuentro, Hernangómez dejó estas declaraciones:

“Intenté dar lo mejor de mí para ayudar al equipo. Siempre que el entrenador me pida algo, como todo el año, intento dar lo máximo”, declaró Hernangómez, emocionado tras el partido. “El viernes tendremos otra batalla. Sabemos que será muy difícil, pero estamos preparados para competir”.

Con este triunfo, el Barça evita la eliminación y manda un mensaje claro: sigue muy vivo en la serie. El próximo partido, nuevamente en el Palau, decidirá si los blaugranas pueden devolver la serie al Principado para un definitivo quinto encuentro. Lo que es seguro es que, si Willy Hernangómez mantiene este nivel, el Barça tiene muchas más opciones de seguir soñando.

El viernes más, mucho más, os esperamos en PickandrollTV.

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