El Real Madrid reacciona y sigue con vida en Euroleague (1-2)| Crónica Game 3 Real Madrid 80-72 Olympiacos

El conjunto griego mostró dos caras: ordenado y eficaz en el segundo cuarto, pero blando e irreconocible en el último, donde permitió un parcial decisivo sin apenas respuesta. La ausencia de Fournier parecía una desventaja crítica, pero fue la falta de concentración de Olympiacos lo que marcó el desenlace: el Real Madrid supo castigar cada error y llevarse la victoria.

Después de dos derrotas en El Pireo que hicieron saltar las alarmas, el Real Madrid volvió a presentarse en Europa con su versión más reconocible: carácter, control emocional y profundidad de plantilla. En un partido de altísimo voltaje emocional, venció 80-72 a Olympiacos en el tercer encuentro de la serie y fuerza un cuarto partido que se disputará también en casa, este jueves.

El Movistar Arena respondió como en las grandes noches. A pesar del mal inicio de eliminatoria, el público blanco llevó en volandas a un equipo que necesitaba reencontrarse consigo mismo. Y lo hizo desde la defensa, desde la segunda unidad, desde la cabeza fría en los minutos calientes.

El Real Madrid arrancó el partido con un plan claro: subir líneas defensivas, atacar con ritmo y romper el tono físico de Olympiacos. El primer cuarto fue una exhibición ofensiva blanca: 28 puntos anotados, con un imperial Dzana Musa, los triples de Hezonja, y un Campazzo que impuso su dictado.

Pero en el segundo cuarto, la película cambió. Bartzokas ajustó su rotación, Olympiacos cerró el rebote, y los de El Pireo firmaron un parcial de 10-23 que silenció al pabellón. El Madrid perdió fluidez, abusó del bote y llegó al descanso por debajo: 38-44.

Con Tavares empezando a imponer su ley en la pintura y Musa castigando desde el perímetro, el Madrid cerró el tercer cuarto por delante: 58-56. Pero la sentencia llegaría en los últimos diez minutos.

Con el partido empatado a falta de seis minutos (66-66), el Madrid subió una marcha más. Campazzo —como tantas veces— activó la presión a toda pista, Tavares anuló a Milutinov en el poste bajo, y los blancos encadenaron un parcial de 10-2 que marcó el desenlace.

La defensa de cambios, el control del rebote y el temple en ataque permitieron al Madrid cerrar el partido con autoridad. Olympiacos, frustrado y sin ideas claras en estático, terminó desbordado emocionalmente. El equipo griego firmó un 7/22 en triples y cometió 14 pérdidas: cifras que explican bien su bloqueo ofensivo.

Con esta victoria, el Real Madrid reduce la serie a 1-2 y se gana el derecho a soñar. Este jueves (1 de mayo) se jugará el cuarto partido, también en Madrid. Si los blancos empatan la eliminatoria, el quinto y definitivo encuentro será en El Pireo.

La serie sigue viva, el Real Madrid se resiste.

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