El Barça y los finales apretados: entre la falta de liderazgo, los errores tácticos y la presión psicológica, por Mónica Contreras
¿Nos gusta la presión?
Cuando se empieza una temporada, entrenador nuevo y jugadores nuevos…el entrenador lo primero que tiene que transmitir es la FILOSOFÍA, la manera de jugar, pero sobretodo los ROLES. Los roles en un equipo puede marcar la diferencia en los momentos calientes del partido y no tiene por qué dividir al equipo ni nada, solo es facilitar a los jugadores lo que tienen que hacer en cada momento.
Hay jugadores que aguantan y les gusta la presión, es más se manejan muy bien y otros que no tienen esa facilidad, ahí es donde el entrenador tiene que saber y ejecutar.
Vamos a intentar desglosar el porqué nos cuesta ganar en los últimos segundos
Presión psicológica y toma de decisiones
En los últimos minutos de un partido ajustado, el factor mental lo es todo. Si un equipo empieza a asociar los finales apretados con derrotas, se genera una especie de profecía autocumplida: los jugadores se tensan, dudan, y eso lleva a errores. Es como si el equipo ya saliera «perdiendo» mentalmente esos finales.
Gestión del juego en los últimos segundos
Hay equipos que son letales en los momentos finales porque tienen:
El Barça muchas veces ha carecido de eso. Aunque tiene talento, no siempre hay un líder claro en esos momentos, y a veces la jugada final parece improvisada o mal ejecutada.
Errores tácticos del cuerpo técnico
En varias temporadas, se ha criticado a entrenadores como Jasikevicius o Roger Grimau por:
Un mal manejo del reloj o del ritmo en los últimos dos minutos puede tirar por tierra todo el trabajo del partido.
Tendencia estadística reciente
Si miramos los partidos cerrados en Euroliga o ACB, hay una tendencia a perder los que se definen por 5 puntos o menos. Aunque no sea algo matemáticamente abrumador, sí crea narrativa: cada derrota en el último minuto pesa más que una victoria holgada.
Falta de «jugador franquicia»
Jugadores como Mirotic (cuando estaba), Higgins, Laprovittola o Abrines han tenido momentos grandes, sí, pero no siempre han sido fiables en el último minuto. A diferencia de un Llull o un Larkin, que viven para ese tiro final, el Barça a veces ha carecido de ese jugador que pida la bola sin dudar.
Rotaciones inestables y falta de química
En finales apretados necesitas confianza total con tus compañeros: saber quién corta, quién recibe, a quién doblar el balón. El Barça a veces rota demasiado o no tiene ese quinteto fijo de cierre de partido.
Conclusión:
No es que el Barça «nunca» gane finales ajustados, pero sí hay una tendencia real a no rendir bien en esos momentos, por falta de liderazgo claro, decisiones tácticas cuestionables y un componente psicológico fuerte. Y claro, cuando el rival sí tiene esos jugadores que les gusta jugar esos momentos, se nota la diferencia.
¿Podría ser por culpa del entrenador?
Totalmente, el entrenador tiene muchísima responsabilidad en cómo se gestiona un final apretado. No es el único culpable, claro, pero su influencia es directa en esos momentos. Vamos a desglosar por qué:
Toma de decisiones tácticas clave
En los últimos dos minutos, cada segundo y cada posesión cuentan. El entrenador es quien decide:
Si se falla en uno solo de esos puntos, puede costarte el partido.
Por ejemplo, ha habido críticas a Joan Peñarroya esta temporada por no preparar bien las últimas posesiones ofensivas, o por mantener jugadores en pista que estaban fuera del ritmo del partido.
El entrenador también tiene un rol fundamental en transmitir calma, foco y confianza. Si el equipo lo ve nervioso, indeciso o desbordado, eso se contagia.
Un buen líder mantiene la cabeza fría y da instrucciones claras, incluso bajo máxima presión.
Preparación previa de jugadas de último segundo
Hay entrenadores que entrenan específicamente los finales igualados, con jugadas pensadas para diferentes escenarios (quedan 4 segundos, necesitas dos puntos, o un triple, etc.).
Si no tienes esas jugadas ensayadas, lo que pasa es lo que muchas veces hemos visto con el Barça:
Otra crítica habitual es cuando el entrenador saca o deja fuera a jugadores clave en los momentos finales, o no hace ajustes defensivos importantes.
Por ejemplo: si el rival tiene un tirador caliente y no haces un cambio defensivo, te puede costar el partido. Eso ha pasado.
Entonces… ¿es culpa del entrenador?
No exclusivamente, pero sí puede ser el principal responsable de una mala gestión en los finales. Un entrenador como Zeljko Obradović o Pablo Laso, por ejemplo, suele tener los finales de partido súper controlados. El Barça, en cambio, lleva varios años con técnicos que:
Vamos a centrarnos en un aspecto crítico de la gestión táctica en los finales apretados que ha sido recurrentemente problemático en el Barça de baloncesto en los últimos años:
Diseño y ejecución de jugadas en los últimos segundos
– Problema frecuente:
Cuando un partido está igualado y quedan menos de 20 segundos (una o dos posesiones), lo que marca la diferencia es:
– ¿Qué le pasa al Barça?
En muchos partidos, el Barça:
¿Qué hace un buen entrenador en ese momento?
Ejemplo: en el Real Madrid, Laso siempre diseñaba jugadas con varias opciones, y Llull, Rudy o Campazzo sabían exactamente qué hacer según la defensa.
En conclusión, cualquier acción que pueda suceder dentro de un partido de baloncesto, se trabaja en los entrenamientos, sin eso pocos partidos podremos ganar.
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