En su segunda campaña en la competición, Nunn deslumbró con su capacidad anotadora, liderazgo y actuaciones decisivas que lo convirtieron en la pieza clave del equipo griego.

El galardón fue otorgado tras la votación conjunta de entrenadores y capitanes de los equipos (35% cada uno), medios acreditados (20%) y aficionados (10%). Nunn recibió más votos que cualquier otro jugador, superando a Sasha Vezenkov (Olympiacos) y TJ Shorts (Paris Basketball), quienes quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.

Durante la temporada regular, Nunn lideró la Euroliga en anotación con 21,1 puntos por partido y se llevó el Trofeo Alphonso Ford al Máximo Anotador. También fue el mejor triplista con 3,1 triples por encuentro, además de aportar 4,1 asistencias y 1 robo. Participó en 33 de los 34 partidos, siendo un motor ofensivo constante para su equipo.

Su impacto fue aún más notorio tras la lesión del pívot Mathias Lessort, uno de los pilares del Panathinaikos. En ese momento, Nunn elevó su producción ofensiva y su liderazgo en la cancha, promediando 21,9 puntos y 5,1 asistencias en la segunda mitad del campeonato. Gracias a su rendimiento, el equipo terminó la fase regular con un balance de 22-12, asegurando ventaja de campo en los playoffs.

La temporada de Nunn estuvo repleta de momentos destacados: anotó al menos 30 puntos en cuatro ocasiones, incluida una actuación estelar de 39 puntos frente al EA7 Emporio Armani Milán. En 12 partidos encestó 4 o más triples, y fue nombrado MVP de la jornada en tres ocasiones, además de ser el MVP del mes de febrero.

Más allá de los números, Nunn impresionó por su serenidad bajo presión, su creatividad en el juego y su liderazgo en momentos críticos, convirtiéndose en un referente tanto para su equipo como para la afición. Su energía y capacidad para definir partidos lo consolidaron como uno de los jugadores más influyentes de la temporada.

Con este reconocimiento, Kendrick Nunn entra en la historia del club griego al ser el primer jugador del Panathinaikos en ganar el MVP desde Dimitris Diamantidis en 2010-11. Además, es el tercer estadounidense en obtener este premio, uniéndose a Mike James y al legendario Anthony Parker.