El Real Madrid asfixia al Bayern y se cuela en los playoffs de la Euroliga (93-71)

En el último tren con destino Playoffs, cuando ya no hay margen de error, el Real Madrid respondió con jerarquía y baloncesto de autor.

El Real Madrid derrotó con claridad al Bayern de Múnich (93-71) en el partido de play-in de la Euroliga 2024-25 y certificó su clasificación para los cuartos de final, donde le espera un viejo conocido: Olympiacos.

Fue una victoria cimentada en un inicio demoledor, una defensa asfixiante y un repertorio ofensivo que rozó la excelencia táctica durante largos tramos del encuentro.

 

El partido se rompió antes de que pudiera siquiera asentarse. El Real Madrid entró al parqué como un vendaval, con una puesta en escena que mezcló ritmo alto, precisión quirúrgica desde el perímetro y una defensa de líneas agresivas. La pizarra de Chus Mateo funcionó como un reloj: Hezonja abierto como falso ‘4’ para estirar la defensa bávara, Campazzo generando ventajas desde el pick and roll, y un equipo entero cargando el rebote ofensivo con fe y orden.

El 33-17 al término del primer cuarto no fue una casualidad, sino el reflejo de un plan de partido ejecutado con milimétrica exactitud. El Madrid anotó 7 de sus primeros 9 triples, un dato que no solo habló de acierto, sino también de la calidad en la selección de tiro.

Uno de los grandes aciertos tácticos del Madrid estuvo en cómo leyó las carencias estructurales del Bayern sin Carsen Edwards. Sin su principal generador exterior, el conjunto alemán quedó huérfano de desequilibrio individual. Las líneas defensivas madridistas lo detectaron pronto y ajustaron con ayudas tempranas sobre Napier, única amenaza real del perímetro bávaro. La defensa cambiaba en bloque, negaba líneas de pase y obligaba al Bayern a atacar desde posiciones forzadas y sin ventaja.

En ataque, los blancos explotaron la versatilidad de su frontcourt. Hezonja y Musa funcionaron como aleros-pivotes intercambiables, abriendo el campo y dejando espacio a las penetraciones de Campazzo.

Gordon Herbert, al frente del banquillo bávaro, no encontró las soluciones para cambiar la inercia del partido. La baja de Edwards fue un lastre insalvable en un equipo ya de por sí corto en rotación. Napier asumió el liderazgo, pero fue rápidamente colapsado por una defensa que lo invitaba al 1v1, para luego atraparlo con segundas ayudas.

Defensivamente, el Bayern alternó defensas individuales con zonas 2-3, pero la fluidez del Madrid y su precisión en los cambios de lado desarmaron cada intento. Las diferencias tácticas entre ambos equipos fueron abismales.

Datos que explican un dominio

24 asistencias del Real Madrid por solo 15 del Bayern.

15 triples anotados, máxima del equipo en Euroliga esta temporada.

9 jugadores blancos anotando desde más allá de la linea de tres.

+6 en el rebote, clave para dominar los segundos esfuerzos.

El Movistar Arena celebró el pase a los cuartos, conscientes de que no era un partido más. El Madrid, aunque irregular en la fase regular, sigue siendo un gigante europeo en los momentos de verdad. Y ahora tendrá por delante un desafío mayúsculo: el Olympiacos de Bartzokas, primero de la clasificación y con ventaja de campo.

Una serie que se anticipa vibrante, repleta de ajustes y tensiones, con dos equipos que se conocen demasiado. Será una eliminatoria para expertos, pero también para soñadores. El Real Madrid está en ella, y como siempre, no se le puede descartar.

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